WATERLOO, SUMMER NIGHT CITY: AñOS '80, CANCIONES DE ABBA Y GRANDES INTéRPRETES EN UN MUSICAL

Estamos en una temporada teatral en la que los musicales se multiplican en el on y el off Corrientes. Y todos tienen una propuesta única y atractiva. Pero aquí vamos a hablar de Waterloo, Summer Night City, armado en base a las canciones de ABBA (justamente del disco Waterloo) que todos conocemos, esta vez con versiones en castellano muy ajustadas a la letra original y ensambladas como pasos para contar una historia ambientada en los años '80. Y aunque inevitablemente la trama central es de amor, hay otras conexas que arman un relato variopinto surgido de la idea de la productora del espectáculo, Loli Miraglia.

Para armar el elenco hay apenas dos caras conocidas y un grupo de grandes intérpretes salidos de un casting, con los cuales se arma un combo de diversión y alegría contagiosas.

Todo parte de una chica que llora por amor, a la que convencen de ir a la disco Waterloo para olvidarse de las penas, con la motivación de un concurso. Allí conocerá a un chico tímido, se gustarán y los veremos florecer, al igual que a otros personajes. Aquí radica el mayor acierto de esta propuesta: en permitirles a los personajes hacer una evolución personal en apenas hora y media de espectáculo. Porque más allá de que todos canten bien y les aporten una gran dosis de encanto a los personajes, las coreografías y la forma en que se van conectando entre sí es enriquecedora, especialmente para el público joven.

Además de la chica y el chico, está el alma mater de la disco, Lady M, que busca una sucesora. Los mejores amigos de la pareja central, dos personajes adorables, y el chico que está fascinado por Lady M y haría cualquier cosa por acercarse a ella. A su alrededor, otros roles más que interesantes. Como es de esperarse, todo tiene un final feliz y a toda voz, para que los espectadores salgan de la sala motivados y cantando.

En el medio confirmamos que Caro Domenech está cada día mejor como actriz y cantante, aportando su encanto y dulzura en la composición. Junto a ella el descubrimiento de las cualidades de Bruno Coccia como su enamorado, para darnos momentos de timidez, ternura y grandes canciones. Pero hay otros descubrimientos en esta obra, y uno es Lucas Spadafora, que cautiva al actuar, cantar y bailar, llevándose los aplausos más calurosos. Del mismo modo Naza Marozzi, que encarna a una Lady M curvilínea y seductora, encanta con su composición. Y los dos que se llevan todo el cariño de la platea son Cristian Zeballos y Aitana Salvia, a los que les tocaron los personajes más jugosos para componer, los mejores amigos que le ponen push a la historia.

Pero atención: ya dije que las traducciones de los temas de ABBA están muy ajustados, pero también lo están las versiones musicales (hasta de lo incidental) que suenan de maravilla gracias a la mano de Nech Miraglia. Sobre esa música maravillosa, Georgina Tirotta armó unas coreografías modernas pero ochentosas a la vez, con momentos sorpresivos, en combinación con el director Nicolás Sorrivas, quien supo aprovechar la entrega de estos intérpretes.

Mención especial para el vestuario de Ana Espósito, que supo incorporar detalles vistosos en todas las prendas y en la realización escenográfica de Arte POP de Gastón Schlanch, con objetos móviles que complementan las situaciones de manera ajustada. El resultado final de este combo es muy participativo, ya que los espectadores aplauden, corean y aportan todo tipo de exclamaciones porque enseguida se meten en la trama y la acompañan. Sin dudas la conjunción de años '80, música de ABBA y los intérpretes poco conocidos conforman un gran musical en Waterloo, Summer Night City, que sube a escena todos los martes a las 20 en el Teatro Metropolitan (Av. Corrientes 1343, CABA). Encontrá acá más info sobre las entradas.

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