LA BODA EN EL PAíS VASCO DE PAULA, LA NOVIA VIRAL CON VESTIDO DRAPEADO Y PAMELA XXL QUE ENAMORA A INSTAGRAM
En plena temporada nupcial y con cientos de bodas colándose en nuestros 'feed' de Instagram, es difícil diferenciarse del resto y conseguir destacar. No para nuestra novia de hoy, Paula. El pasado 8 de junio, ella y su prometido llevaron a cabo una boda viral en el País Vasco.
Celebrada en dos actos (primero en la basílica de Santa María de la Asunción en Lekeitio (Vizcaya) y después, la celebración, en el palacio de Zubieta, ubicado en la misma localidad), Jon y Paula lograron traspasar la barrera de la realidad para convertirse en los novios más perseguidos de las redes sociales.
"Nos conocimos hace unos 13 años, cuando estábamos cursando los estudios universitarios. Aunque nunca pasó nada entre nosotros por aquel entonces, sentíamos una conexión mágica. Fue hace dos años y medio cuando retomamos el contacto por Instagram. Le invité a un concierto del cantante Leiva y desde ese día no nos hemos vuelto a separar. Hicimos dos años la semana justo de la boda", cuenta la novia para Vanitatis.
Ella es fashion producer en una productora llamada Royal en Madrid y él es director de operaciones en Mr. Boho. Dos carreras profesionales dedicadas a la industria de la moda que se reflejaron en sus looks para entonar el 'sí, queremos'.
Para crear su vestido de novia, Paula llamó a la puerta del taller de Sofía Delgado. "Tenía superclaro que quería que fuera palabra de honor, pegado, con cola en la espalda y llevar pamela. No me he inspirado en nadie, solo en mi estilo".
Localizado en la calle General Arrando, 3, de Madrid, el día que la novia vistió el atelier lo hizo con esas ideas bien definidas. "Fui donde Sofía porque me gustaba por los diseños que ya tenía hechos, y le llevé un PDF con inspiración. Ella me hizo cuatro bocetos y yo elegí la mitad de un boceto y la mitad de otro, entonces mezclamos ambos bocetos y desde ahí no se volvió a cambiar nada", explica.
Fabricado con un tejido efecto arrugado de color blanco, Delgado construyó para Paula un traje nupcial adecuado a su estilo. ¿Sus señas? Escote palabra de honor, unas pequeñas mangas rodeando los brazos, cuerpo ceñido con estructura drapeada, espalda descubierta, falda recta a la altura de las caderas con abertura trasera y brotando de la espalda, una cola que quedaba arrastrando por el suelo.
Un diseño nupcial único y muy especial que no pudo robarle protagonismo a la verdadera pieza estrella de su atuendo: la pamela.
Muy grande, gigante, Paula se atrevió a portar un modelo escultural confeccionado con paja natural de Eliurpi. A las dimensiones mayúsculas de la pamela se sumó un detalle especial en su corte: la parte delantera estaba ladeada. "Fui hasta Barcelona a por él", detalla.
Para el resto de complementos, más moda. Unas sandalias con plataforma y detalle de nudo en la pala de Jimmy Choo, "regalados por mi mejor amigo".
En el terreno de las joyas, piezas con historia y sentimiento. "Llevé unos pendientes que me regalaron mis suegros en mi pedida, eran de la madre de mi suegro y les hacía mucha ilusión regalármelos. También una gargantilla que me regaló mi madre para el día de mi boda que le había regalado mi padre hace muchos años. Y por último, una pulsera de oro que me regaló mi abuela, fue la mejor abuela que ningún nieto puede tener, ya fallecida, el día de mi comunión".
El original ramo cierra su atuendo de novia. "Me apetecía algo diferente, de hecho estaba pensando ir sin nada porque no me gustan los ramos de novia, pero en algún momento dije: 'La primera flor que aparezca delante de mí cuando esté vestida, me la llevo al altar'. Aunque es verdad que la flor ave del paraíso me encanta, yo la llamo la flor de Amodiño, porque siempre tengo una flor de esas en mis apartamentos turísticos que se llaman Casa Amodiño y además dar sumar el toque especial a mi estilismo, tenía doble sentido y sentimiento".
Con tanto estilo y seguridad en sí misma, Paula no necesitó ni peluquería, ni maquillaje profesionales el día de su boda. "Me maquillé y me peiné yo en el propio palacio Zubieta con mi hermana y mi padre, que rondaba por allí. Ellos me acompañaron en el coche camino a la ceremonia religiosa. Para mí, la magia con la que vivimos todo el proceso los tres fue única".
Cuando el padrino y la novia llegaron a la iglesia, dio comienzo la ceremonia. "Uno de mis momentos favoritos fue entrar con mi padre de la mano por la iglesia. Es mi persona favorita del mundo y no pude dejar de llorar hasta que llegué al altar. Fue mágico", confiesa.
"Nuestro cura es un crack, nos hizo una misa muy amena y cómica, pero el coro con el órgano era una de mis mayores ilusiones", apunta. Convertidos en marido y mujer, Paula y Jon salieron al encuentro con sus invitados. "Estamos muy orgullosos de haber estado con todos interactuando, muy compenetrados ambos y sobre todo un derroche de felicidad".
"Aunque suene cliché y parezca mentira, me imaginaba mi boda tal cual salió. Cada detalle estaba muy pensado y preparado, e hicimos cosas muy dadas a nuestra personalidad, y sobre toda la mía. Lo único que cambió a última hora fue que tuvimos que confirmar la carpa, nuestro plan B, porque daba lluvia en vez de poder comer al aire libre", dice echando la mirada atrás.
"Fuimos felices, estábamos eufóricos. Tú piensas que es la mejor boda del mundo, pero cuando hemos recibido mensajes absolutamente de cada invitado dándonos las gracias por ese día, por el fiestón que se montó, te sientes muy orgullosa".
La celebración arrancó con una canción de las Spice Girls. "Me pareció mágica la entrada a la comida con las Spice Girls, el discurso que di entre plato y plato, y luego la fiesta que montamos. Jon y yo no hemos estado tan felices en la vida. Hablamos a diario de ello y solo queremos volver a ese día; bueno, y por lo que nos dicen, muchos amigos también".
Los recién casados abrieron el baile con 'Piano Man', "una canción preciosa para los dos y un poco diferente".
Paula resume su boda así. "Nuestra vida ha sido un antes y un después en todo. Se vio la felicidad que tenemos, lo que queremos transmitir a la vida. En cuatro palabras: magia, amor, felicidad y diversión".
Nos despedimos de la novia viral de la temporada con sus consejos para futuras parejas. "A mí me recomendaban no discutir con tu pareja en la preparación y disfrutar durante el camino. Lo que yo diría es que hay que disfrutar mucho, ponerle cariño, mimo y tiempo a cada detalle de la boda, porque al final se nota en el resultado. Y sobre todo ser tú misma con tu personalidad, es decir, no hacer caso o que no te imponga la opinión de los demás sobre tu vestido, decoración, etc. Lo que hace magia en este tipo de cosas es transmitir en cada detalle tu esencia, como creo que ha sido mi caso", sentencia.
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