FEDERICO Y MARY DE DINAMARCA BUSCAN ALEJARSE DE LA CRISIS CON UN VIAJE MUY ESPECIAL
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Se han cumplido cinco meses del ascenso al trono de Federico y Mary de Dinamarca. Medio año que ha estado marcado por varias polémicas como sus tempranas vacaciones, el uso del yate solo para medio trayecto o la polémica sobre el uso de Photoshop en sus nuevos retratos oficiales. Por eso, la casa real danesa trabaja cada vez más para poder cambiar la imagen de los reyes dándole un giro hacia una imagen más firme, trabajadora y unida. Para ayudara a los reyes a estar más tranquilos, unidos y enfocados en el trabajo, la casa real danesa ha organizado uno de los viajes más especiales para el matrimonio, visitando Groenlandia, un territorio independiente de la corona danesa al que la pareja tiene mucho cariño. Así lo han hecho saber al aterrizar en tierras groenlandensas y así lo ha confirmado el perfil oficial de redes sociales de la corona.
Este sábado, los reyes aterrizaron en Groenlandia, siendo "recibidos en la Base Espacial Pituffik (anteriormente conocida como Base Thule), tras lo que el Rey y la Reina viajaron a Qaanaaq, donde los ciudadanos de la ciudad recibieron a las Majestades con canción, baile y café", tal y como señala la casa real. Y es que el frío de Groenlandia ha hecho sacar a los reyes la ropa de abrigo pero el café les ha ayudado a templar el cuerpo debido al rápido cambio que sufre el cuerpo.
El rey Federico cuenta con un conexión "muy especial" con esta ciudad. Hace ya 24 años que se embarcó en una expedición de cuatro meses con la patrulla Sirius en trineo, de lo cual guarda grandes recuerdos. Algo que ha podido demostrar al ver hoy el viejo trineo que utilizó en aquella ocasión. Pero Qaanaaq no solo es especial para el rey, ya que cuatro años después, en el 2004, la visitó con su mujer, la reina Mary, durante la primera visita conjunta de sus Majestades a Groenlandia.
Un viaje muy especial que ha hecho que los dos monarcas se sientan a gusto, sonrientes y se muestren más unidos que en ocasiones anteriores. Este, además, es el último viaje oficial antes de sus vacaciones de verano, que arrancarán el 8 de julio, cuando se ponga fin a su trayecto por Groenlandia. El plan de la familia real podría ser desconectar unas semanas en el Castillo de Graasten, el lugar histórico de descanso para la monarquía danesa en las vacaciones de verano.
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