La última gala de 'Los vecinos de la casa de al lado' comenzó con un momento inesperado cuando Cristina Boscá, conductora del espacio, presentó una misteriosa caja con forma de corazón, generando expectación en el plató. El contenido de la caja resultó ser un anillo de compromiso, que Álex Girona utilizó para pedirle matrimonio a Gabriella en directo.
El episodio mostró un emotivo vídeo donde Álex compraba el anillo en una joyería. Decidido y sin dudarlo, se dirigió al centro del plató, donde se encontraba Gabriella. Después de un primer abrazo, Álex comenzó su discurso: "Te quiero dar las gracias por formar parte de mi vida. Gracias por sacar lo mejor de mí en cada momento. Siempre te he dicho que tienes unos ojos, que con tu mirada lo dices todo".
Álex continuó con sinceridad: "No me voy a cansar de pedirte perdón por todo lo que te he hecho", aludiendo a las infidelidades que han complicado su relación. Finalmente, sorprendió a todos con una revelación: "Ya que nos hemos conocido en televisión, hemos roto en televisión y hemos vuelto en televisión, solo me falta una cosa por hacer en televisión".
Dirigiéndose a la caja, Álex la abrió y sacó el anillo. Luego, acercándose de nuevo a Gabriella, dijo antes de arrodillarse: "Quiero pasar el resto de mi vida contigo. Y quería preguntarte: ¿Gabriella, quieres pasar el resto de tu vida conmigo?".
La respuesta de Gabriella fue inmediata y emocionada, abrazando a Álex con lágrimas en los ojos. "Soy un hombre nuevo, familia", declaró Álex mientras le ponía el anillo a Gabriella y miraba a la cámara. Gabriella, radiante de felicidad, exclamó: "¡Que me caso!".