DEPRESIóN, VIAJES EN EL MALETERO Y LESIONES: POR QUé EL JUEZ DA LA RAZóN A CLARA CHíA POR EL ACOSO DEL PAPARAZZI PRO-SHAKIRA

"Claramente no es como suena. Tiene nombre de persona buena. Claramente es igualita que tú". Mientras el mundo tarareaba en 2023 los versos que Shakira escribió contra su ex, Gerard Piqué, por haberle sido infiel, Clara Chía -precisamente, la protagonista del estribillo- comprobaba desde la sombra cómo se le iban clavando los dardos uno a uno. El hecho de que comenzara a salir con el exfutbolista la convirtió en la mujer más buscada del planeta, y en esta persecución incesante tuvo un papel importante una persona sobre la que ahora caen las consecuencias: Jordi Martín. El paparazzi ha sido condenado esta semana a un año de prisión y 13.500 euros de multa después de que la joven interpusiera una demanda contra él por acoso y lesiones. Repasamos los detalles de la sentencia.

A pesar de la petición del Ministerio Fiscal de absolver al acusado, el juzgado de lo Penal Número 14 de Barcelona ha condenado al fotógrafo, admirador y simpatizante de Shakira, al probar delitos como "acoso continuado", desde agosto de 2022 hasta mayo de 2023, hacia Chía. El escrito establece que la vigilancia por parte el fotoperiodista a la novia de Piqué (que incluía presencia diaria en su domicilio y lugar de trabajo o persecuciones en vehículo y a pie) afectó la vida de la joven tanto personal como psíquicamente, hasta el punto de que la demandante tuvo que cambiar de residencia, solicitar el teletrabajo y cerrar todas sus redes sociales.

El magistrado considera que las acciones de Martín fueron excesivamente invasivas, alterando su vida diaria y bienestar psicológico y provocándole un trastorno adaptativo por el que tuvo que recibir tratamiento médico. Cabe recordar que el paparazzi fue quien aseguró, hace ya dos años, que el exjugador del Barça había engañado a la madre de sus hijos con una joven anónima, 12 años menor que él. Después vino todo lo demás.

Bodas, gimnasios y maleteros: una persecución constante

"Hizo una persecución permanente, llegando a invadir espacios privados, la boda de una amiga, el aparcamiento de la empresa, siguiéndolos a ella y su pareja por Barcelona e incluso más allá si decidían ir a pasar el fin de semana fuera. Estos seguimientos y persecuciones, no eran a distancia, sino justo lo contrario, haciéndose notar, grabando a lado de la persona, buscando el pleno contacto físico, en una actitud provocadora y agresiva, en espera de una reacción por su parte o su pareja, que hiciera más vendible la imagen captada por él", reza la sentencia.

"Modificó sus hábitos de conducta, dejó de ir de ocio con las amigas, dejó de ir al gimnasio, necesitó, por la angustia y miedo que sufre, ir acompañada en todo momento, de su pareja u otras personas, al trabajo, y a otras actividades, incluso escondiéndose en maleteros de amigos para evitar al acusado. La relación con la familia se vio deteriorada, por tales limitaciones, y dejó de poder ir sola por la calle como hasta entonces había hecho con normalidad", recoge el escrito.

Graves consecuencias psicológicas

En este sentido, cabe resaltar que la joven ha sido vista, en la mayoría de ocasiones, caminando de la mano de su pareja, con el rostro cubierto por gafas de sol y cabizbaja. Nunca ha querido dar declaraciones. Y la realidad, según se expuso este pasado 26 de julio en el juzgado, es que en la intimidad estaba lidiando con un malestar severo. Así se recoge en el apartado de lesiones, para el que la Justicia se apoya en varios informes psicológicos. En uno de ellos (junio 2023) se esgrime una "sintomatología ansioso depresiva, y que eso ha afectado a su capacidad funcional, salidas al exterior, inseguridad, afectación laboral, ansiedad, depresión, tristeza, apatía, con altos niveles de angustia, e incluso ideas autolesivas".

Un relato sin contradicciones: por qué el Juzgado le da la razón

Desde que pisara el juzgado junto a Piqué el pasado 17 de julio, Chía ha presentado un relato convincente por estas y otras razones. Según se recoge siempre en el documento, "se ha mostrado segura a las preguntas de las partes, ha sido lo suficientemente concreta en la exposición, añadiendo pequeños detalles que nos revelan que fue una situación real, ha tenido la suficiente claridad expositiva, su lenguaje gestual fue de plena convicción, ha tenido seriedad expositiva y expresividad descriptiva, no ha incurrido en contradicciones relevantes y esenciales, no han existido lagunas, y no se ha tratado de una declaración fragmentada, ha dado en definitiva un relato íntegro y real".

Por ello, si desgranamos la sentencia, lo que queda es una condena a Martín a un año de prisión, seis meses por cada delito. Además, le impone una orden de alejamiento a una distancia mínima de 1.000 metros por un periodo de u año y seis meses, así como el pago de una multa de 10.000 euros por daños morales. Del mismo modo, le obliga a abonar 3.130 euros más para cubrir así los gastos sanitarios que precisó la joven catalana. La sentencia, asimismo, se queda lejos de la petición de la acusación particular, que solicitaba cinco años de cárcel y 70.000 euros.

Detención en las inmediaciones de Kosmos

El pasado mes de enero, Martín fue detenido en un bar cercano a las oficinas de Kosmos, donde trabajan el empresario y la Chía. Ella, muy alterada al verlo, había llamado a la policía y él explicó a los agentes que se había trasladado al recibir el chivatazo de una supuesta ruptura entre ellos. Cabe resaltar que al paparazzi le cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial, que deberá interponerse en el plazo de diez días desde su notificación. Martín ya ha anunciado que buscará demostrar su verdad. De momento, el tiempo corre en su contra.

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