CONCHITA PéREZ: “EL CUERPO HABLA, RESPONDE CON CLARIDAD CUANDO LAS PERSONAS MIENTEN”

Fueron muchos años colaborando en un espacio televisivo de máxima audiencia nacional como ‘Sálvame’. ¿Le da vértigo el retorno a la nueva iniciativa de aquel grupo de personas?

Me debía a las personas que durante todo ese tiempo me tuvieron allá, siempre con respeto y cariño. David Valldeperas me llamó entonces y ha vuelto a hacerlo hora. Fui para una prueba y me quedé trece años.

Usted tiene un pasado poco conocido en otra rama laboral, la gestión empresarial.

De hecho, estudié administración y dirección de empresas en el IESE, y durante seis años trabajé como directora de gestión de Oil D’Or, empresa de gasolineras propiedad de Mario Conde. Me encargué de organizar los terrenos adquiridos por la empresa, hasta que acabó vendiéndose a Continental Oil. La vida te lleva por caminos inesperados:en aquellos años jamás pensé que acabaría trabajando con un polígrafo.

¿Qué ha hecho en este último año, alejada de las pantallas?

Pues no he parado de trabajar con casos particulares. Ir a la tele este lunes es un placer, eso sí. Ellos han pasado un año duro, y que se hayan acordado de mí en su regreso supone un orgullo. No sé si voy a seguir o con qué frecuencia; depende de la audiencia, aunque debo decir que me han preguntado mucho cuándo volvía: en misa, comprando, paseando por la calle... han sido muchas las muestras de afecto. Al final, el programa les distraía y entretenía cada tarde, los fines de semana... no necesitaban seguir el hilo, había lío en cada momento, con una variedad de temas tremenda.

¿Hay algún mensaje especialmente emotivo entre todos los que ha recibido?

Una chica, que trabaja en banca como directora de una sucursal, me agarró del brazo por la calle. A pesar del susto que me llevé –ríe– me dijo que su madre nos echaba mucho de menos y me tenía mucho cariño, porque estaba un poco imposibilitada para salir de casa y le hacíamos pasar muy buenos ratos. Con eso me quedo.

Usted debe enfrentarse día a día a las reservas generales hacia su trabajo. Así, en plata, ¿cómo funciona un polígrafo, la famosa máquina de la verdad?

Es una prueba científica. Obviamente, sientes una responsabilidad tremenda a la hora de emitir un juicio sobre la veracidad de lo que dice alguien a la que no conoces de antes, pero hay un método muy sencillo para alejar esas dudas. Hago una mentira dirigida con preguntas muy directas, que no admiten dobles interpretaciones y cuyas respuestas son verdades absolutas, como decir que un uno es un uno y no un dos. El cuerpo habla, responde cuando las personas mienten, y hay una lectura clara de esa respuesta.

¿Cuáles son los parámetros medidos con el aparato?

Hay cinco. Está la respiración torácica; también la respiración abdominal, la presión sanguínea y la sudoración, especialmente en la yema de los dedos. Por último, se pone una almohadilla con sensores en el culete, porque el esfínter se abre y se cierra sin control. Una persona que viene decidida a ganarle el pulso a la máquina no puede controlarlo todo.

Seguro que le ocurrió con más de un invitado...

Claro. Las pruebas se hacen antes, y son largas;muchas preguntas, medidas por separado durante tres y cuatro horas. A veces te decían una cosa antes de la prueba y cuando llegaba el momento de hacer la pregunta decían lo contrario. Obviamente, la máquina aclaraba la verdad. Además, se grababa todo.

¿Con qué colaborador del programa se llevaba usted mejor?

¿Sabes qué pasa? Yo no compartía mucho con ellos, hacía mi prueba antes y luego pasaba casi todo el programa en una sala con mi representante, la interacción se limitaba al rato de la publicidad. Tampoco iba con ellos a fumar, a ‘La muralla’ o a charlar al pasillo; una vez lo comenté en una entrevista y varios de ellos lo entendieron como un asunto de mal rollo, pero en absoluto fue así; simplemente, no teníamos ese grado de confianza, pero nos hemos llevado siempre bien, lo que pasa es que hay quien lo toma todo por donde quema.

¿Cómo fue su primer día en el programa, que sirvió de anuncio para su retorno formal?

Conocía el piso, ahí había oficina de Mediaset en su día. Es cómodo, agradable... estuve a punto de regresar ya para el primer programa, pero surgió este tema de Marta Riesco que me lleva ahora a hacerle el polígrafo, y comenzaron a desarrollar el asunto de otro modo estas tres semanas.

En los últimos días, los colaboradores han saldado viejas cuentas con Marta, empezando por María Patiño y Belén Esteban.

En la mañana del lunes (alude a este 24 de junio) espero movimiento cuando hagamos el polígrafo, sí. Veremos cómo va.

2024-06-24T04:26:55Z dg43tfdfdgfd